Reflexión Cristiana |El bambú japonés| No apto para impacientes
- 24 may 2020
- 2 Min. de lectura

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente, y por años no ves nada.
En realidad, no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que, un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece ¡más de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento, que iba a tener después de siete años.
Algo similar ocurre en la vida cotidiana, muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas y triunfos apresurados, es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.
Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En esos momentos debemos recordar el ciclo de maduración del bambú japonés y aceptar que “mientras no dejemos de confiar en Dios” ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo.
Estamos creciendo, estamos madurando.
Deberíamos tener presente que todo sucede en el tiempo de Dios, al igual que ocurre con el bambú.
Recuerde que el bambú primero prepara sus bases para lo que será su sólido futuro y asegura la firmeza que tendrá durante la madurez. Sus raíces son tan fuertes, que ellas frenan la erosión que carcome a la tierra. Los fuertes vientos no la quiebran.
Recuerda esto, la biblia dice que el justo caminara por fe, y nuestra fe no es una fe ciega,
Dios nos está dando el agua que necesitamos a diario, para que esa raíz crezca lo suficiente para mantener de pie el crecimiento que vendrá...
Dios está haciendo algo, continua aunque falles o sufras, pues pronto veras lo que Dios ha estado elaborando para tu vida y veras que todo esto no ha sido en vano, que todo este tiempo lo que Dios ha hecho es tu bien, y que todas las cosas han obrado, obran y obraran para nuestro bien....
Si no consigues lo que anhelas, sino tienes respuestas inmediatas a tus oraciones, no desesperes...
...quizá sólo estés echando raíces.
¡Dios te bendiga!
Fuente: www.reflexionesparaelalma.net
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